Crónica del cuarto día. Mont Sant Michel

Cuarto día de intercambio. Aquí va. Agarraos bien porque la cosa promete.
¡Vaya día!
 Encuentro en el cole a las 8. Pero hoy hemos salido antes. A las 8 y media, salida en bus hacia: ¡¡¡ Mont Saint-Michel !!!
 Conforme nos vamos acercando, el paisaje promete, pero cuando llegamos, detrás de una arboleda, nos encontramos con el lugar más visitado de Francia, con el permiso de Paris.
 Describirlo no creo que sea suficiente. Aquí tenéis las fotos, pero aún así no sé si llegan a transmitir el sentimiento que provoca.

 Podréis decir que exagero, pero los alumnos también se han quedado asombrados y encantados con el lugar. Y eso que aún no habíamos subido. EXPECTACULAR en todos los sentidos, pero cuando te sumerges en las callejuelas empinadas, con esa arquitectura, que hoy en día resultaría difícil de concebir, pero que comenzó en el año 708 con la construcción de la abadía, te aíslas del mundo actual y te trasladas a otra época. Los niños empiezan a recordar detalles y lecciones que a través de los años sus profesores les han explicado. La sociedad de la época, la distribución de las casas según el status social de la gente, los elementos arquitectónicos de los distintos lugares, sobre todo de la abadía...

 Por cierto. He ido haciéndoles preguntas sobre lo que veíamos, y en historia y ciencias sociales  están puestos: Qué tipo de techo vemos, las partes de una columna, la distribución de la abadía, por qué las calles tienen pendiente en forma de V...
 En el siglo X, los benedictinos convirtieron la abadía en un centro de peregrinaje que se convirtió en plaza inexpugnable durante la Guerra de los Cien Años. Viendo cómo están erigidas las murallas, entendemos que el lugar resistiera los ataques de los ingleses.
 Ahora sigue siendo un centro de peregrinaje, pero de turistas. Mira que las callejuelas son estrechas, pero el gentío que pasea por ellas es inmenso y muy variado. Hoy nos hemos cruzados con un grupo escolar de Bilbao y nos han cantado el himno del Sevilla!!
 Después de subir y visitar la abadía, hemos paseado al bajar y han podido entrar en las tiendas que envuelven el lugar. No me preguntéis cuántas había, pero eran un montón.
 Contentos, aunque cansados, hemos vuelto al autobús.

 Destino: Cancale, una ciudad muy visitada por diferentes motivos. Después de comer a orillas del mar, hemos visitado uno de los picos que bordean la costa: La punta del Grouin.
 ¡¡Vaya vistas!!. Situada en la Costa Esmeralda -se llama así por el color que tiene el mar en este sitio-, es el punto de partida para la vuelta al mundo en vela. No me extraña, el lugar es magnífico. Los chavales se han hecho millones y millones  de fotos. Ya las veréis. Son espectaculares, como el sitio.

 Pequeño recorrido en autobús para ir a una granja marina. Si, si. Granja marina. Hemos visto conchas y moluscos de todos los tamaños y colores, algunos asombrosos, como una concha donde más de uno cabría encogido. Bueno, no todos, porque algunos tienen ya una altura considerable.
 A continuación, un guía nos ha explicado las dos clases diferentes de ostras que se cultivan en Cancale y que se exportan a todo el mundo (a 70 países diferentes y que deben llegar en menos de tres días). Hemos conocido todo el proceso de la cría de ostras, el tiempo y los cuidados que necesitan, cómo las cultivan y recolectan y el papel tan importante que juegan las mareas en esta actividad. ¿Sabíais que el mar se retira cada aproximadamente 6 horas y que se adentra unos 13 kilómetros en el mar? Y al contrario. Esto hace de esta zona una bahía inmensa rica en recursos naturales y económicos, puesto que el turismo es constante en esta zona.

 Al final de la visita, nos han ofrecido una degustación de ostras. No todos han querido probarlas, pero bueno, peor para ellos y mejor para otros, porque algunos se han comido la suya, la del vecino... y alguna otra.
 Rendidos pero satisfechos y muy contentos, volvemos al autobús y regresamos a Rennes.
 Encuentro con nuestros intercambios y caminito al campo de fútbol que es donde se encuentran todos cuando llegamos.

 Yo les digo que descansen, que mañana nos espera otro día, pero el descanso es algo que a esta edad lo dejan para más tarde. Algunos se ponen a charlar con sus corresponsales hasta las tantas.
 Ah, lo he dejado para el final: La explicación del cultivo y la cría de ostras ha sido en francés y en general han comprendido bastante bien. Empiezan a tener oído y a enterarse de bastantes cosas. El hablar les da algo de vergüenza, pero cada vez menos.
 Buena nota en Francés.
 Todos los días los animo para que os cuenten algo, pero entre que llegan reventados y que se les hace tarde -aquí nos acostamos antes- se les olvida.
 Bueno, un saludo desde Francia y "Bisous" para todos.

Hasta pronto.

Prof. Auxi Sánchez